Las ferias del otoño lucense

Los cooperativistas de Terras da Mariña escogen las mejores alubias de sus fincas. El ganado de A Carqueixa, cinco mil vacas felices, comienza a regresar de los prados de los Ancares en los que pastó durante el verano. En la mista comarca de A Montaña, la cinco mujeres de Embutidos Suarna planifican la producción para el tiempo de los caldos y los cocidos que se nos vienes. Mientras tanto, Chusa y Carmela de Milhulloa supervisan cómo van creciendo los nabos que sembraron en los últimos días del mes de agosto, como dicta la tradición. En Céltico, Mario ultima los preparativos para la época de matanzas, y en Negueira de Muñiz Alberto selecciona para Outurelos la miel de las flores estacionales. Aunque el fin del verano supone una relajación en las tareas agroganaderas, las primeras semanas del otoño resultan un no parar en las comarcas de Lugo: hace falta preparar la despensa para los días fríos del invierno. En Lugo, a las personas que regresan los fines de semana a la aldea a aprovisionarse de alimentos de casa los llamamos —entre retranqueira y cariñosamente—  baleiradespensas, limpalacenas o lambelacenas. 

Nos recogemos en casa...

Tomás y Marta elaboran en Proencia el vino de una tierra con una memoria antigua excavada en sus socalcos. En Champivil están a la procura de las setas que nos agasaja la tierra si sale un rayo de sol después de un día de lluvia, y en el puerto de Celeiro no cesa tampoco la actividad para que Novomar nos ponga a la mesa su merluza. En la Terra Chá y en A Ulloa, Cristina y Xosé Luís preparan quesos bajo las marcas Don Gabino y Arqueixal sin modificar en lo esencial la tradición que aprendieron de sus madres y abuelas. El aroma del horno de leña, cargado con empanadas y pan del país —de formento, diría Carmen de la Panadería Fraga, que en Palas nunca se ha dicho lo de masa madre— invita a recogerse en casa, a juntarse con la familia y los amigos, alrededor de la cocina económica o de la lumbre, o a mimarse con la cosmética ecológica de Muuhlloa.

...o no tanto

Octubre, significa, en las tierras de Lugo, el tiempo de las ferias. Grandes ferias que son también actos sociales, en los que echar una parrafada y saber los unos de las otras. Y así transcurren el San Froilán, las más hermosas fiestas del otoño gallego, que todavía no se han desprendido de su carácter de mercado ganadero, y las San Lucas de Mondoñedo, en las que bajan los caballos del monte desde hace más de ochocientos años. Ocho siglos, que se dice enseguida. Igualmente enraizada en la Edad Media e igualmente como mercado caballar, la Feria de Santos de Monterroso es el gran feirón, la feria de las ferias del centro de Galicia. También en Gontá, en Abadín, el día de Santos es motivo de una de las más importantes citas anuales de la Terra Chá. 

► Son este carácter y esta vocación los que nos han movido en SondeLugo.com a hacer de nuestra tienda online una feria a golpe de clic. Un lugar en el que encontrarnos y compartir experiencias y un espacio, sobre todo, para poner a vuestra disposición lo mejor que tenemos.