Las fabas mandilín llevan este nombre porque el dibujo morado que tienen recuerda a un mandil, pero a esta variedad también se las conoce como alubias caparrón o fabas del obispo. Y es que sus características manchas moradas no pasan desapercibidas, al igual que su sabor, mucho más intenso que el de otras variedades de judías.
Este tipo de fabas tardan mucho en cocinarse, por lo que se recomienda un remojo de entre 12 y 16 horas previo a su cocción. Para su conservación, las puedes dejar en un sitio fresco, en el que no haya humedad ni les dé la luz del sol.
La faba mandilín se utiliza en potajes y en estofados en los que las propias alubias son las protagonistas por su intenso sabor. Han sido seleccionadas y sometidas a un proceso de conservación sin elementos químicos.
Esta variedad de legumbre se cultiva en A Mariña Lucense. En la zona norte de la provincia de Lugo se da un microclima y unas características de la tierra en las que se obtienen legumbres y fabas de una calidad excepcional. En la Cooperativa Terras da Mariña se reúnen pequeñas marcas productoras de la zona para comercializar sus productos bajo unos exigentes estándares de calidad.
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