Sin duda, para hacer un buen caldo gallego es imprescindible contar con una buena materia prima. Las habas son una parte fundamental de la receta.
Estas fabas para caldo están seleccionadas y son de una calidad excelente. Para conservarlas durante varios meses en excelentes condiciones, asegúrate de dejarlas en un lugar fresco, seco y sin que les dé la luz del sol de forma directa. Para cocinarlas, se recomienda ponerlas a remojo en agua durante 8 o 12 horas previas al cocinado, de esta forma se consigue hidratarlas y reducir los tiempos de cocinado de la receta.
Las fabas perfectas para caldo son las alubias blancas de tamaño más bien pequeño. Estas tienen forma redondeada y una piel que aguanta la cocción sin romperse, consiguiendo una presentación de los platos con las alubias enteras.
En la Mariña Lucense se cultivan estas habas para caldo de excepcional calidad, siguiendo las técnicas tradicionales de la zona. Las especiales características de la tierra, así como el microclima, son ideales para el cultivo de esta legumbre. El resultado es un producto que cuenta con una alta valoración en las cocinas más exigentes de toda la península.
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